Las personas adultas es otra parte de la población que no debemos olvidar a la hora de tratar las dificultades en la comprensión lectora. Por ello planteamos a continuación una serie de recomendaciones que se pueden tener en cuenta cuando trabajemos durante esta etapa de la vida.
- Crear clubs de lectura donde se compartan las experiencias a partir de la lectura de libros, a la vez se podrán crear debates sobre lo leído. Para ello es necesario que los adultos tengan disponibilidad para acudir a dichos clubs.
- Podemos elaborar folletos informativos que sean destinados a concienciar a los adultos sobre la necesidad de mejorar su comprensión lectora y de cómo influye esta en las actividades de su vida diaria.
- En las escuelas destinadas a adultos se recomienda:
- Proporcionar formularios que nos ayuden a conocer cuál es el nivel de comprensión lectora en el que se encuentra cada persona, a la vez recomendaremos cursos en los que puedan mejorar la misma.
- Las actividades que se realicen deberían centrarse en la adquisición de aptitudes de lectura y escritura mediante ejemplos prácticos, que les sean útiles en la vida real (escribir un email, rellenar formularios…).
- Promover cursos donde se enseñe a la tercera edad a escribir y a leer, para aquellos que ya tienen estas habilidades adquiridas realizar actividades para reforzar su aprendizaje y su uso.
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